POR: REDACCIÓN.
10 DE DICIEMBRE 2019.
“Nueva y rigurosa, selecta pero global”, así se presentaba la Universidad de Farmington y, según afirmaba en su página web, su objetivo era “proporcionar a estudiantes de todo el mundo una experiencia educativa única”. Contaba con su propio escudo y bajo su lema “Scientia et Labor” (ciencia y trabajo) ofrecía diversos programas académicos.
Más de 250 estudiantes, en su mayoría indios, cayeron en lo que fue una operación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) para atrapar y deportar a extranjeros que ya habían entrado al país con visas de estudiante. Los arrestos fueron llevados a cabo entre enero y junio de este año.
Cerca del 80 porciento de los estudiantes detenidos eligieron voluntariamente abandonar los Estados Unidos, de acuerdo con declaración del ICE. Otro diez por ciento recibió una “orden de remoción final”, fuera de un juez de inmigración o de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés). El último diez por ciento de los estudiantes han desafiado su deportación al solicitar alivio legal o impugnando su expulsión con la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración, según el comunicado.
De acuerdo con ICE la academia era “utilizada por ciudadanos extranjeros” como parte de un esquema que les ofrecía papeles que les permitiesen continuar viviendo y trabajando en Estados Unidos con una visa de estudiante, por el cual pagarían miles de dólares.
Supuestamente, ocho reclutadores ayudaron a crear expedientes fraudulentos que los estudiantes podían dar a las autoridades de inmigración. Las autoridades afirman que los reclutadores aceptaban más de $250,000 dólares en sobornos sin darse cuenta que los pagos venían en realidad de agentes encubiertos que trabajaban para investigaciones de seguridad nacional, una división del ICE. Siete de los ocho reclutadores se declararon culpables y fueron sentenciados a prisión.
Algunos estudiantes aseguran que no sabían que estaban violando los términos de sus visas y afirman que intentaron confirmar que la universidad era legítima y encontraron que tenía todas las acreditaciones oficiales pertinentes.
Esta no es la primera vez que sucede, pues hace unos años las autoridades migratorias de Estados Unidos practicaron otra operación similar en la también falsa Universidad del Norte de Nueva Jersey.
Al igual que ahora, las autoridades afirmaron que los estudiantes eran “plenamente conscientes” de que estaban inscribiéndose en una escuela falsa, pero algunos alegaron que habían sido engañados por falsos reclutadores y el gobierno.
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